Miércoles, 2 de Diciembre 2020
En los últimos meses pasamos en casa la mayor parte de nuestro tiempo y más del que quisiéramos pasar, este hecho hace que asociemos la rutina con una vida aburrida, monótona y un tanto desesperante. Es normal que empecemos a cuestionar nuestras actividades diarias y a preguntarnos ¿qué puedo hacer? ¿cómo puedo romper la rutina?
Aunque en este blog vamos a hablar de cómo cambiar esa rutina con la que ya no te sientes a gusto, nos parece importante mencionar los beneficios de tener un día a día estructurado, que te permita trabajar, descansar, compartir y divertirte con tus pasatiempos favoritos.
Entender las ventajas de llevar una rutina te ayudará a ser más positivo con tu manera de vivir y a alcanzar uno de los objetivos que la mayoría nos hemos propuesto: aprender a equilibrar la vida para disfrutarla al máximo.
VENTAJAS DE UNA RUTINA:
- Eficiencia al 100%: al hacer una y otra vez un mismo proceso mejoras tus habilidades y te conviertes en un experto, el tiempo que ahorras en una tarea podrás emplearlo en hacer lo que te gusta.
- Sueño reparador: nuestro cuerpo necesita de 7 a 8 horas diarias de sueño para recuperarse, si tienes una rutina equilibrada dormir las horas recomendadas no será problema y tu cuerpo estará listo y renovado para empezar un nuevo día.
- Nuevos retos: cuando tu rutina es consistente y equilibrada, tu cerebro empezará a buscar nuevas actividades y él, por si solo, aumentará tu nivel de satisfacción.
Utiliza el tiempo libre para aprender a tocar un instrumento, estudiar un idioma nuevo, practicar recetas o deportes, cualquier cosa que te impulse a mejorar.
- Cero estrés: imagínate si cada acción de tu día a día tuviera que ser analizada, incluyendo las más fáciles, como el levantarte de la cama, elegir donde servir un café, pensar que objeto es el correcto para secarte después de haber tomado una ducha, sería desesperante ¿no?
La rutina nos ayuda a hacer las actividades diarias de manera automática y eso nos da la sensación de seguridad, de que todo lo está bajo control.
- Cuerpo sano: los beneficios de tener un horario para la alimentación, descanso y ocio se verán reflejados en tu organismo, seguir esa rutina cuando te sea posible va a mejorar tu estado físico y mental. Dale un orden a este aspecto sin llegar a los extremos.
En este enlace puedes encontrar más información sobre cómo mantener un estilo de vida saludable.
¿CUÁNDO ROMPER LA RUTINA?
Rompe tu rutina cuando sientas que a pesar de tener todo en orden, la palabra MIEDO aparece en tu cabeza y viene acompañada de frustración, tristeza y la sensación de vacío, porque todos tus días se sienten iguales.
Tal vez te exigiste demasiado para mantener esa rutina, pero es momento de liberarte.
¿CÓMO ROMPER LA RUTINA?
Inicia con cambios pequeños y aventúrate poco a poco
- Prueba nuevos platos: la comida no solo funciona como fuente de energía, también mejora tu estado de ánimo, intenta nuevas recetas, ingredientes, mezclas y restaurantes.
Invita a tus amigos, familiares y si quieres ser más arriesgado ve con personas que casi no conozcas.
- Remodela: cambia los muebles de lugar, pinta las paredes, diseña un jardín, deshazte de lo viejo y haz todo lo que se te ocurra para sentirte a gusto en casa. ¡Crea un espacio único!
- Diversifica tus gustos: en el mundo existen muchísimos géneros de música, películas, libros, intenta uno nuevo. Inclínate por la comedia, la risa es un remedio natural para aliviar la tristeza.
Si en tu rutina actual no está el ejercicio, es hora de incluirlo.
- Investiga: en todas las ciudades se realizan eventos increíbles, programa uno o dos al mes que sean de tu interés o simplemente te suene interesante, sal a divertirte sin ningún remordimiento.
Aquí te dejamos una de nuestras páginas favoritas para encontrar los eventos anuales en México.
- Cambia tu pensamiento: sé cómo un extranjero visitando un país nuevo y maravíllate de todo, agradece, sé responsable, feliz y auténtico.
Recuerda que todos somos diferentes y no debes comparar tu ritmo de vida con el de alguien más, todos construimos nuestro propio equilibrio.
Escrito por: Daniela León